El sábado empezaste a burlarte de Don Fransisco en vez de reírte con sus ocurrencias. Supe que habías cambiado.
El domingo quemaste tu mecedora (y con ella la mitad de la casa). Mientras aventabas a la hoguera tus discos de Julio Jaramillo y te quedabas abrazada a los de La Lupe.
El lunes fuiste al banco y retiraste todos los fondos de tu cuenta (cosa que no supe hasta mucho después).
El martes -de acuerdo a la nota que dejaste- partiste en el carro de mi papá en un viaje por carretera hacia México con una chica de 16 años, un perro callejero y un ex-cura. No sabes cuándo vuelves.
El miércoles era tu cita con el cardiólogo.
El jueves me mandaste un e-mail -cuándo aprendiste a usar el internet?- con fotos tuyas en Chiapas. No pienses que te creí que el tipo encapuchado es el Subcomandante Marcos. Ya estoy grande para esos cuentos abuela.
El viernes te tuve tanta envidia.
...dejaste a tu nieto abandonado.
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