Resbaloso

Detesto el carnaval. Me da asco la idea de que me mojen con ropa puesta,el confeti me da alergia. La idea de unirme a un montón de borrachos brincando mientras de fondo suenan las canciones más incoherentes no me parece divertida en absoluto. Detesto esta ciudad. Detesto este país, detesto aún más que sea domingo de carnaval -cualquier domingo es detestable- y que tenga que salir de mi casa por semejante situación absurda. Si no fuera porque lo pinté recientemente ni me hubiera inmutado. Ahí estaba él gritando y bailando con una botella de seco en la mano y una antorcha en la otra. Un resbaloso bailando encima de mi carro. con la derecha se tiraba un trago de seco a la boca, pero primero se llevaba la antorcha a la boca y escupía una gran flama (no flema señor lector, flama). No supe obligarlo a bajarse de mi automóvil koreano recien pintado el cual todavía estoy pagando y que tanto quiero. No supe disuadirlo de usar mi carro como su carro alégorico. Iba cual reina de carnaval, pero en vez de tirar besos escupía candela (Su majestad Candela 1ra?). Creo que es más apropiado decir que el tipo era la encarnación del dios Momo. Entre seco y candela siguió su baile, al verme empezó a gritar mientras me miraba con esa mirada de Salvador Dalí/paciente psiquiátrico:
-¡¡Todos son un fraude y el mundo es una gran mentira!! the world is a masquerade!!!.............¡pero así es el juego...uno viene juega y se va!
Agua agua agua.....agua que te cae en la cara como esprei y uno se siente menospreciado como que dios te ta escupiendo y uno anda por ahi preguntándose si dios es un bromista cruel o de verdad piensa que somos escoria hasta que luego escampa y te quedas pensando que bueno a lo mejor dios es mujer y ta con la regla.

Después de esto su antorcha se apagó. El resbaloso se quedó extrañado y se bajó del techo de mi carro de un brinco. Me miró una ultima vez y partió. El taller cobró 350 palos por arreglar el techo.