lunes, 22 de septiembre de 2008

Caminando en los zapatos de Dios


No más trabajo.
No más pararme temprano.
No más andar en bus.
No más comprar nikes por abonos.
Nena, pronto tendrás todo lo que quieras y más. Nos mudamos de esta porquería de multi. Todos esos años quemándome las pestañas en la Tecnológica finalmente han dado fruto. El carro que más te guste, es más, hasta un carro pa tu mamá y todo, y los pelaos pa escuela privada.
Ahora sí viene lo bueno mi amor.
No bebi, no conseguí trabajo. Es algo mucho más grande:

Ricardo Martinelli es un robot. Y yo lo controlo.



-Al día siguiente él amaneció en el antiguo Matías Hernandez con los ojos aguados y buscando desesperadamente el control remoto, convencido aún de que su invento era el de un genio y no el de un loco.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

jajajaajajajajajajajaja

sin palabras

Anónimo dijo...

Con todo y Collage...

bien plasmado



jeejeejje

Anónimo dijo...

No me has caso,,escribo locuras jeje,,un raro efecto...



PD: Sorry por el flooding!