Los Secuestradores Bohemios

Reciclando la idea vieja del secuestro como acción impulsora de cambios positivos, les presento a los secuestradores bohemios. Digamos que son como cuatro tipos. Unos pelaos de entre 14 y 17 años. Amantes de Passa Passa/Jerk. Con todo y los eskinis y los cortes mojoc con gel y tós flacos. Digamos que van a la escuela, aunque son full de barrio. Son de algun barrio malo así tipo San Joaquín donde ni el Diablo Rojo se atreve a entrar. Tripiemos que en su escuela tienen internet, dizque por una donación del siempre dispuesto a pagar por reconocimiento gobierno de Taiwán. Pongamos tambien que los pelaitos buscan en Wikipedia el significado de arte moderno, esto por culpa de un buen intencionado profesor de artística que en verdad pinta bodegones en panga. Agreguemos que estos chiquillos se enculan con la idea del arte y al estrellarse con la realidad del barrio cogío en multis y olor a miao y basura y balaceras y mamás solteras que van demasiado a la iglesia o que van demasiado a cualquier otra esquina y que en un arrebato así tipo mini-revolución con ganas de justicia social deciden planear un secuestro. No pongamos a Bosco como víctima pero si a algun alcalde capitalino con sobrepeso y ex-ganador de algun rialitichou. Pa que sea más o menos creíble diremos que lo secuestran mientras el va en una marcha por el barrio de esas dizke para ver las condiciones del lugar y para que el pueblo sepa que el alcalde si recoje la basura o algo así. El lado bohemio del secuestro es la petición de rescate. Agreguémosle a nuestros personajes algo de idealismo heróico y digamos que los muchachos le exigen al gobierno la instalación de una escuela de arte en el barrio. Concluyamos con una brusca entrada de la policía nacional apoyada por unidades israelíes en un esfuerzo colaborativo sin precedentes entre las dos naciones en la que los antisociales mueren en un extraño intercambio de disparos. Admitamos que es un final medio emparapetao y cruel y que se nota demasiado el esfuerzo por narrar algo cool.